¿Cómo empezar? Pues la verdad es que no lo sé. ¡Qué locura! ¿verdad?
Hablar de mí y sobretodo de mis sentimientos siempre me ha dado cierto «pudor» sí, pudor, que no vergüenza, imagino que es una cuestión de educación, hemos crecido un poco o más bien un mucho diría yo, en un mundo dónde tiene excesiva cabida la creencia de pensar que sentir y hablar de ciertas emociones nos convierte en personitas débiles, y con esa fragilidad revelada nos exponemos a ser vulnerados por la mala voluntad de otros al conocer nuestra supuestas debilidades.
Para mí lo manifestado en estas líneas anteriores es un ¡¡¡MEC!!!! un ¡¡¡NO!!! en mayúsculas, pero simplemente quería mostrar una de las múltiples realidades sobre la concepción que tenemos los humanos sobre el hecho de abrirnos en canal a corazón abierto y con absoluta sinceridad ante los demás, algunos conocidos y otros anónimos.
Tampoco se trata de hacer aquí una exposición generosa y extensa de mi vida desmenuzando algunas de las etapas más complejas y a la vez más transformadoras y liberadoras, pero probablemente estemos de acuerdo que si quiero iniciar este apartado en el blog que tendrá por título principal «Divorciarse con Amor» quizás deba rescatar mis memorias para plasmarlas en este bonito rincón, mi blog, donde vuelco con toda honestidad mi sentir y mis múltiples emociones que han ido hilvanando el bonito viaje de mi biografía hasta hoy.
Evidentemente todo lo que voy a exponer, manifestar, escribir, mostrar será bajo mi más humilde experiencia. Un viaje apasionante y a veces triste que se inicia en los últimos años de un matrimonio roto pero que seguía unido por el loctite del miedo y de las voluntades erróneas y a merced de la más pura inconsciencia para luego saltar al vacío y sentir que llega el momento de tomar la decisión, verbalizarla que esa parte tiene tela de la buena y finalmente que no es poco empezar a caminar de nuevo con otro aire, con otro paso y con otro gesto en el corazón.
Todo lo vivido en mi pasado más reciente lo guardo como un gran aprendizaje de vida, y con mucho amor y gratitud hacia la persona con la que he compartido dieciocho años de mi vida y con la que tuve dos hijas preciosas. A pesar de que los últimos años como pareja no fueron lo que podríamos llamar una bella historia de amor, si fue una bella historia de vida.
Cada semana o quince días haré una incursión a cómo he ido viviendo cada etapa, cómo he ido poniendo consciencia en mi vida, como he saltado con vértigo sobre mis miedos más aterradores para poder iluminarme al otro lado de ellos gracias a toda la belleza y el amor que había y hay para mi, para ti.
Resumiendo muy resumido diría que nuestro peor enemigo es el miedo. ¡Ay cómo nos bloquea! nos embota la mente, nos sitia en nuestro propio cuerpo, nos estrecha el pensamiento, no boicotea los sentimientos… es como una parálisis generalizada del sistema que nos mantiene atados a una vida que ya no es para nosotros.
En estas páginas que inauguro hoy, compartiré con vosotros cómo ha sido mi proceso de salto a la vida, sin despegarme ni un solo instante del amor hacia mí y hacia la persona con la que decidí un día formar una familia.
Como he dicho y escrito en mis redes en otras ocasiones, entender que el divorcio es una decisión más y no un mal lastimoso permite que vivamos en armonía el proceso. Divorciarse no es restar, es volver cada uno a su camino para seguir viviendo.
A lo largo de estas próximas semanas, iré compartiendo vivencias personales, entrevistas con mujeres y hombres maravillosos que han sido sostén en esta etapa de cambio, os hablaré de los libros que he leído que han iluminado mi proceso, de personas maravillosas que a través de sus redes sociales han marcado mis días y despertado curiosidad en mí sobre temas que luego he explorado y profundizado por mi cuenta, profesionales a los que he recurrido y que me han acompañado des del amor para sanar mis heridas con su guía, he caminado de regreso a mí, a mi paz, a mi centro, a mi esencia desde donde vivo hoy.
Mi gran ilusión es ayudar y sembrar esta semilla de Divorciarse con Amor, que aunque es un proceso complejo y muchos de los que los inicies o estéis pensando en ello ahora mismo, quizás penséis que todo se desmorona, quiero deciros algo: Amar no es abandonarse, deja que todo se derrumbe porque lo que está destinado a irse se irá de todos modos y lo que tenga que quedarse seguirá siendo. Demasiado esfuerzo nunca es buena señal.
Hay una frase que me encanta y quiero compartir con vosotros:
«…¿ Y qué pasa cuando las personas abren su corazón?
– Se curan…»
_Haruki Murakami_
Pues de eso se trata, de vivir este proceso como cualquier otro de nuestras vidas desde el amor. El amor es una de las vibraciones más elevadas y el miedo una de las más bajas. Vivir desde el amor hacia uno mismo y hacia los demás solo nos traerá enseñanzas hermosas y necesarias para seguir creciendo en nuestro aprendizaje mientras caminamos por nuestra vida.
Una vez leí que eres lo que sientes, si sientes amor eres amor, si sientes ira eres ira, si sientes gratitud eres gratitud, si sientes enojo eres enojo… así que decide desde donde quieres vivir y empezamos a caminar.
No estás solo ni sola, juntos, juntas , hombre y mujeres, personitas bonitas que estéis vibrando al leer este post deciros que esto no va de sexos, va de humanidad, de cerrar heridas, cada uno las suyas, va de respetar lo propio y lo ajeno.
Divorciarse con Amor es mi movimiento, mi sentir más sincero, mi voluntad, expandir esta semilla de amor para iluminar los pasos de quien sienta que quiere vivir desde ahí, desde su corazón con toda honestidad y pureza, reconociendo nuestras sombras y miedos pero desde dónde la claridad abrirá paso a nuevos senderos.
Confiar que todo irá bien, confiar en el Universo o en cualquier fuerza superior en la que creáis no es estar sentado sin hacer nada, esperando a que algo suceda. Confiar en el Universo es hacerle saber tus intenciones, actuar para cumplir tus metas y estar abierto tener confianza en todas las formas posibles en que se puede manifestar.
¿Empezamos?
Sandra Salvadó
Gracias por todo lo que soy
Gracias por todo lo que tengo
Gracias por todo lo bueno que ahora fluye hacia mi
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