Navidad y Divorcio – Divorcio y Navidad

El orden de los factores no altera el producto

Divorciarse, divorciarse con amor, sin amor, con ganas, por haber ser tu el impulsor de la ruptura sin ellas por ser el sujeto pasivo de la situación,  da igual, no importa la forma, ni el qué, ni el cómo, ni el quién, la cruda realidad es que divorciarse cuando las Navidades asoman entre luces y villancicos, es una jodienda y es sin duda un momento complicado y delicado para los corazones ya de por sí maltrechos por una decisión recién tomada, que aunque necesaria no le resta dolor a la situación.  

La primera Navidad con calidad de divorciado es un topetazo brusco con nuestra nueva realidad, para que lo vamos a negar, ¿verdad?

Inclusive, habiendo tomado uno mismo la decisión de divorciarse porque la relación se había deteriorado a tal punto que ni toda la voluntad del mundo ni todo el interés, intención y empeño hubieran sido suficientes para recuperar esa visión amorosa sobre nuestra  pareja. Llega la primera Navidad y PAM, DRAMA.

Curiosamente, incluso estando absolutamente convencidos de la decisión, llegan las primeras Navidades y la mente te lleva a pensar, cosas tan locas y dispares como:

– ¿habré hecho bien? juntarse con la familia hace que te entren todas las inseguridades del mundo, en esos días rodeados de todos los nuestros te facultan para ir acumulando las tuyas,  las de tu madre, padre, hermanos, cuñados, tíos, primos…  ¿os dais cuenta? Insostenible ¿verdad? Al fin de cuentas recordemos por favor que esas inseguridades son sus propios miedos, nada que ver contigo.

– Igual debería haber aguantado más error ¿lo veis? AGUANTAR no puede ir unido a una relación de pareja, ¿aguantar? ¿aguantar qué?  esa frase es un HORROR en mayúsculas es un juicio aberrante en innecesario. Familiares por favor absténganse de hacer comentarios y aportaciones del estilo. Gracias.

– ¿Los niños estarán bien sin mi? La gran duda, ¿verdad?  Pues claro que están y estarán bien ¡están con su madre, con su padre! Somos tan narcisistas y presuntuosos que llegamos a creernos sin hesitar lo que nuestra mente nos dice y dejamos que esa mente llena de pensamientos insidiosos nos martirice, permitiendo que los dichosos pensamientos recurrentes en formato bucle nos atormenten sin que no aporten nada positivo ni amable a nuestro día, es más nos restan energía, nos consumen.

La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos.

Marco Aurelio

No existen las casualidades de esto estoy 100% segura, os cuento algo que ha sucedido hace unas horas: mientras volvíamos del dentista, cogiditas del brazo, caminando tranquilamente por la calle conversando,  mi hija de 12 años ha recordado en voz alta lo bien que se lo pasó en sus primeras vacaciones de hija divorciada. Se fue con su hermana y obviamente con su padre a Tenerife, se fueron el 26 de diciembre hasta el 3 de enero, era el año 2015 y era nuestra primera Navidad como papás divorciados.

Curiosamente mientras ella me contaba anécdotas de las súper excursiones que hicieron, me hablaba con emoción de los parques acuáticos que visitaron, de los espectáculos nocturnos en el hotel, del buffet infinito y rebosante de comida, de las risas… yo recordaba en voz baja, como lloraba tumbada en un sofá o en la cama en casa de mis padres, sintiéndome miserable sin ellas, pensando ingrata de mi que solo yo sería capaz de cuidarlas.

¡Sí! Así somos, EGOISTAS, EGOCENTRICOS, ENGREÍDOS y nos creemos todo lo que nuestros pensamientos nos dicen.

– He fracasado Pensamos que no hemos sabido mantener la familia unida, que no hemos sido buenos maridos, esposas, tendemos a buscar los motivos y estamos ansiosos de sacar el dedo acusador ¿qué he hecho mal? NADA, la respuesta es NADA ¡no hemos hecho nada mal! Simplemente ha ocurrido por las razones que sean, por las circunstancias que sean. No hay culpables ni víctimas ni verdugos. Insisto, simple y llanamente ha ocurrido. Os voy a decir una cosa, el fracaso es una valoración; es solo una cuestión de opinión. El fracaso, proviene de nuestros miedos, que por cierto se pueden eliminar mediante el amor.

Cuando experimentas el amor en tu interior

el miedo no puede sobrevivir

– No puedo vivir sin mis hijos Una vez más,  ¿qué hay de cierto en esta frase contundente, concluyente y aplastante? ¿eso es realmente así? ¿es cierto que vas a vivir una vida sin ver a tus hijos? ¿ es verdad que no los vas a ver a más? No, no, no …Tus hijos están con su papá, con su mamá, felices a pesar de tu dolor y sufrimientos, sufrimiento que por cierto alimentamos con nuestros pensamientos dañinos.

Recordemos que para nuestros hijos somos sus padres, estemos o no divorciados, sea o no Navidad.

¿De qué dependerá pues que vivamos las Navidades de mejor o peor manera?

¿Es realmente la Navidad la culpable de nuestros males? ¿O somos nosotros que ponemos emociones en los momentos de vida? Estaremos de acuerdo que según la emoción creada, ese momento se convierte en un calvario o en una bendición  ¿ lo vemos, verdad?

La Navidad es Navidad ayer, hoy y siempre, si antes del divorcio eras un Grinch perfecto, pero te advierto que el hecho de ser Grinch deteriorará tu estado emocional por mil. Tampoco se trata de cantar villancicos a todas horas, colocarte una guirnalda de diadema y hornear galletas de jengibre sin fin, o quizás sí, ¡ Os lo dejo a vuestra elección!

Simplemente se trata de preguntarnos, de observarnos y sobretodo de escucharnos, sin identificarnos con esa ristra de pensamientos en procesión que campan a sus anchas por nuestra cabeza.

Si no tenemos espacio entre pensamientos

jamás conoceremos la paz

Volviendo un poco al hilo del post os comento a modo resumen los siguientes puntos:

1- La Navidad es Navidad, fin

2- Las inseguridades, miedos y juicios ajenos son, eso AJENOS, aunque provengan de familiares y seres queridos.

3- Tus inseguridades, miedos y juicos, son producto de tu mente, tus pensamientos no te definen. Tu no eres tus pensamientos

4- Tus hijos están bien porque están con sus padres y para ellos seguís siendo sus papás.

5- El divorcio no es un fracaso

Tips para vivir una Navidad con calidad de Divorciados con Amor

Me permito re escribir, recordar  un decálogo que hice en uno de mis primeros artículos, dónde hablaba de la mujer, el hombre del que me divorcio:

1 – Recuerda que se trata de la personita de la que enamoraste perdidamente hace x años

2- Recuerda que se trata de la personita con la que has pasado momentos geniales

3- Recuerda que es la personita que escogiste entre todos tus amores , ligues y amigos/as especiales

4- Recuerda que se trata de la personita que ha sido tu compañero, tu amante, tu amigo, tu confidente durante x años de tu vida

5- Recuerda que es el papá o la mamá de tus hijos,  esos seres adorables que te conectan con el amor infinito y a veces también tienen la capacidad de sacar lo peor de ti. Un guiño amoroso para nuestros peques.

6- Recuerda que has llorado y reído con él o ella, y que sabe un montón de cosas sobre ti

7- Recuerda que un día hace x años te gustaba TODO de él o ella

8- Recuerda que durante mucho tiempo los planes con él o ella eran lo más de lo más

9- Recuerda las noches de sexo loco y salvaje que has vivido con él o ella y también las de sexo más pausado y amoroso, todo está bien y todas esas noches las has vibrado con él o ella.

10- Recuerda que tú lo/la  escogiste libremente

Así que, teniendo estos diez puntos súper presentes lo que vamos a hacer es respirar, profundo, inhalar, exhalar y sonreír .

Feliz Navidad llena de amor hacía ti, sí, tú que estás leyendo esto. Te mando un abrazo cálido y te deseo una Felices Fiestas

Honremos nuestras relaciones y sigamos caminando bonito por nuestro camino

Vivamos des del AMOR en mayúsculas

Sandra Salvadó

Gracias por todo lo que soy

Gracias por todo lo que tengo

Gracias por todo lo bueno que ahora fluye hacia mi

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Sandra Salvadó

Taróloga, Coach y Creadora del concepto Divorciarse con Amor, El Arte de Amar(te).

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