Divorciarse, para salvar la relación

Divorciarse, para salvar la relación

¿Paradójico verdad?

Afirmo que esta aparente contradicción es uno de los cimientos de Divorciarse con Amor, y lo digo con pleno y absoluto convencimiento.

Hace poco más de un año, dediqué mi tiempo durante unas semanas a conocer las historias de amor y desamor de la mano de sus propios protagonistas, conversaciones muy especiales con hombres y mujeres que ya habían pasado por el proceso del divorcio.  Después de escucharlos atentamente y compartir con ellos confesiones muy íntimas y profundas confirmé que divorciarse a tiempo, salva la relación.

Os cuento porqué lo siento así;

Llega un momento, un instante, un día, en el que sabes, sientes que debes tomar la decisión para no seguir alimentando el deterioro de la relación de dos personas que ya no se aman pero que sorpresivamente siguen formando pareja en una unión herida, tocada y hundida.

Cuando ya ha pasado el tiempo y miras hacia atrás sin dolor, sin culpa, sin miedo, te das cuenta de cómo soportamos perjuicios hacia nosotros mismos para seguir vinculados en esa unión gastada, dañada y rota.

Algunas de las razones que no llevan a dilatar en el tiempo mendigando prórrogas al no amor son:

1- miedo a herir al otro

2-miedo al futuro

3- miedo a perder ( ¿perder qué? valoremos, ¿verdad? )

4-miedo a estar solo

5- por fidelidad al compromiso

Mientras caminamos con la brújula rota por los derroteros que nos llevan a un fin más que anunciado, no somos capaces de ver, sentir que las razones que nos llevan a mantenernos atados a la persona que un día escogimos para formar familia, son las mismas razones que nos deberían empujar a saltar y agarrarnos al salvavidas que tiene la vida para nosotros.

Fijaros:

1- miedo a herir al otro:  por ese miedo irracional nos quedamos falsamente unidos a nuestra pareja mientras nos herimos a nosotros mismos y también al otro manteniéndonos en la relación donde ya no hay amor.

2 -miedo al futuro: mientras nos preocupamos de lo que pasará mañana, en dos meses, en seis meses, un año, nos olvidamos de vivir hoy, ese espacio de tiempo que solo podemos disfrutar, vivir cuando está pasando, porque realmente es el único tiempo real que existe, la única  verdad es lo que nos ocupa lo que nos ocurre en el momento presente.

3- miedo a perder, ¿perder qué? ¿un vinculo no existente? ¿ una historia de amor caducada? no se puede perder algo que no se tiene, vive, siente ¿cierto?

4-miedo a estar solo sentimos pánico a estar solos, pero seamos honestos; ¡ya lo estamos! Sentirse solo estando en una relación es triste, mucho más triste y doloroso que estar solo con uno mismo. Estar solo con uno mismo es aprender a ocuparnos de nuestras propias emociones, es responsabilizarnos de nuestra vida, es amarnos dándonos todo aquello que nos hace bien, es volver a conectar con nuestra esencia, con nuestra verdad es vivir en calma a pesar de las tempestades.

5- Por fidelidad al compromiso: Este punto sí que es un contrasentido aplastante, por mantenernos fieles a un compromiso nos somos infieles a nosotros mismos… ¿curioso verdad? ¿quién es el compromiso? ¿tiene nombre, apellidos? en cambio, ¿quiénes somos nosotros? nos merecemos el trato que nos damos? ¿porqué aceptamos todo lo que aceptamos?

Volviendo al hilo del artículo, si queremos salvar nuestra relación como personas individuales que un día se amaron,  y nos llevar la misma y a nosotros al límite de tal modo que el sufrimiento ocasionado genere una situación prácticamente irreversible entre ambos, rompiendo los puentes de una comunicación futura como ex pareja lo más sensato, coherente, adulto, maduro es cortar, parar, soltar, divorciarse.

Plantear la situación muy honestamente a nuestra pareja, sin prisa por dividir, por determinar quién se queda qué, sin la ansia de tener que hablarlo todo en una semana, obviar la obligación de tener que tomar todas las decisiones del mundo en un momento existencial en el que nos somos capaces de tomarlas congruentemente por la situación tan abrumadora y delicada emocionalmente hablando en la que nos encontramos. Simplemente se trata de darnos ese espacio necesario para respirar sin asfixiarnos.

Desde ese espacio que crearemos en el tiempo para aliviar el crispamiento que nos ha provocado convivir durante años, con suerte meses con nuestra pareja como si fuéramos compañeros de piso poco habladores podremos retomar las riendas de nuestras vidas, establecer legalmente la pauta legal para divorciarnos y así emprender nuestro propio vuelo, libres de culpas y engaños.

Quedarnos falseando el amor es un timo que la vida no aceptará, así que y si nosotros no somos capaces de tomar la decisión, la misma vida que tiene unos planes súper chulos para todos se encargará de que los hechos se resuelvan aunque nosotros no queramos, poniéndonos tantos obstáculos, frenos, dificultados como sean posibles para que finalmente demos el paso.

Recuerda; si no lo haces, si no tomas la decisión, vas a empezar a vivir una correlación de circunstancias riesgosas hasta que lo vaticinado por tu vocecilla interior desde hace tiempo de a lugar: el divorcio

Si te amas a ti, si has amado a tu pareja, si amas a tus hijos, y lo que quieres es vivir siendo honesto contigo y tus sentimientos. No dilates en el tiempo la no relación porque al final cuando salte el chivato, la alarma, estarán las posturas tan tensa que se hará insostenible y probablemente será mucho más complejo el camino si decidimos estirar al límite las situación que nos pide a gritos que nos ocupemos de ella.

Como he dicho al inicio, el divorcio es el salvavidas de la futura relación que tejerá entre vosotros, dos personas que cambian sus estatus de pareja por la de papás o por la de amigos y papás, eso ya lo definiréis con el tiempo, como os digo, no es necesario decidirlo TODO ahora.

Divorciase no es un mal lastimoso, es una decisión más, ni menos ni más importantes que otras que has tomado y tomarás. Divorciarse no es restar, es volver cada uno a su camino para seguir viviendo.

¡Escoge ser feliz!

no esperes a que las cosas sean más sencillas

no esperes a que sea el momento adecuado

La vida siempre tendrá «cositas» que te gustaran más o menos

Aprende a ser feliz hoy, ahora

No permitas que se te escape la posibilidad de VIVIR

Respirar profundo, inhala, exhala… sonríe.

Gracias por permitirte este viaje hermoso de vuelta a ti sin olvidarte  del amor, hacia ti, y hacia la persona con la que un día hace años decidiste crear tu bonita familia.

Honremos nuestras relaciones y sigamos caminando bonito por nuestro camino

Vivamos des del AMOR en mayúsculas

Sandra Salvadó

Gracias por todo lo que soy

Gracias por todo lo que tengo

Gracias por todo lo bueno que ahora fluye hacia mi

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Sandra Salvadó

Taróloga, Coach y Creadora del concepto Divorciarse con Amor, El Arte de Amar(te).

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