El hombre, la Mujer de la que nos divorciamos

El Hombre la Mujer de la que nos divorciamos

Este capítulo abre con esta frase contundente, «el hombre, la mujer de la que nos divorciamos». Es como Uf, Uf, Uf ¿verdad?

Pero realmente no es tan UF como parece  ¿Quizás os preguntaréis porqué? Por favor acompáñame a leer este decálogo:

1 – Recuerda que se trata de la personita de la que enamoraste perdidamente hace x años

2- Recuerda que se trata de la personita con la que has pasado momentos geniales

3- Recuerda que es la personita que escogiste entre todos tus amores , ligues y amigos/as especiales

4- Recuerda que se trata de la personita que ha sido tu compañero, tu amante, tu amigo, tu confidente durante x años de tu vida

5- Recuerda que es el papá o la mamá de tus hijos,  esos seres adorables que te conectan con el amor infinito y a veces también tienen la capacidad de sacar lo peor de ti, pero schsssssssssss eso ya lo hablamos en otro post.

6- Recuerda que has llorado y reído con él o ella, y que sabe un montón de cosas sobre ti

7- Recuerda que un día hace x años te gustaba TODO de él o ella

8- Recuerda que durante mucho tiempo los planes con él o ella eran lo más de lo más

9- Recuerda las noches de sexo loco y salvaje que has vivido con él o ella y también las de sexo más pausado y amoroso, todo está bien y todas esas noches las has vibrado con él o ella.

10- Recuerda que tú lo/la  escogiste libremente

Así que, teniendo estos diez puntos súper presentes lo que vamos a hacer es respirar, profundo, inhala, exhala y sonríe.

Seguimos:

Sin saber muy bien el cómo y el porqué de repente los puntos arriba expuestos se van invirtiendo, por ejemplo; los planes juntos son cada vez menos frecuentes y más aburridos, el sexo es monótono o inexistente, esa mirada amorosa desaparece y de repente parece que todo te molesta de él o ella, cada vez hay menos risas conjuntas, menos complicidad, menos ganas, menos comunicación y PAM, absorbidos por la rutina por la regularidad tediosa de los días nos convertimos en extraños y con un poco de suerte en compañeros de piso organizados.

– ¿ A qué hora llegas? cuando llegues tú me voy yo al crossfit

– Los martes y jueves te toca darles la cena a los niños que tengo clase de yoga

– Pues yo lo viernes tengo padle y cenita con los amigos

-Ah! pues entonces lo domingos yo quedo con mis amigas para el vermouth

….y así … os vais separando separando separando hasta que un día miras a tu lado y lo ves tan lejos de ti que quizás incluso de primeras te sorprendes pero luego vas entendiendo que esa falta de calor, de planes, de cariño, de mimo, de atención del uno hacia el otro son la causa y duelen.

Diría que en la mayor parte de los divorcios, el mismo llega después de meses, de años de  desazón de abandono. En el momento que uno de los dos expone que la cosas no funcionan y que hay que tomar decisiones, la reacción suele ser mala, es decir, entra el desespero, la intranquilidad, la agitación y el maldito «dedo acusador» más el ego en todo su esplendor más el miedo nos llevan a empezar todas la frases que supuestamente son un intento de intercambiar posiciones y acercar posturas con las fatídicas palabras:

– Es que tu… ( añadirle todo lo que se os ocurra detrás)

Os pongo algunos ejemplos:

– Es que tú no estás nunca en casa

– Es que tu nunca le das la cena a los niños

– Es que tú te pasas todo el día trabajando

– Es que tu ya no me miras

– Es que tu ya no quieres tener sexo conmigo

– Es que tu solo piensas en ti y tus planes adolescentes

….. y así una lista infinita…

En ese punto de crisis completa, en el que no haces más que exigir a tu aún pareja,  el amor hacia nosotros mismos y hacia nuestra personita desaparece. Solo existen las acusaciones, reproches y gestos desairados que duelen y se clavan como dagas en la memoria emocional de uno.

¿ Y todo esto porque? pues porque olvidamos muy fácilmente el decálogo que con todo mi amor os he compartido al inicio de este escrito. Olvidamos el cómo y porqué iniciamos este camino de vida junto a esa persona y nos devora la rabia  el rencor y nos ciegan a tal punto que  podemos llegar a actuar como seres terribles e insensibles. Generamos dolor en nosotros mismos, en nuestra pareja, hijos, familia, entorno… Hacemos con nuestra actitud que todo ellos deban de posicionarse y si no lo hacen a nuestro gusto nos sentimos heridos y traicionados y entonces añadimos más dolor a nuestro dolor.

¿Entendéis lo que os quiero decir? Sea cual sea el motivo que os lleve a tomar la decisión de divorciaros, no merece el dolor ni el sufrimiento que nos producimos.

Quizás ahora que estáis leyéndome penséis : claro es que muy fácil hablar si a ti no te han sido infiel, es que es muy fácil hablar si es que tu familia te ha apoyado, es que es muy fácil hablar si es que tu familia política no se ha metido en medio, es que es muy fácil hablar porque no has sufrido el abandono de una día para otro de tu pareja …

Pues os diré que: DA IGUAL cuales sean las razones que os lleven al divorcio, detallaremos algunas en un próximo capitulo. Sinceramente OS TIENEN QUE DAR IGUAL los motivos, porque lo que realmente importa en ese punto, es decidir qué sé quiere hacer:

a) reconducir la situación

b) divorciarse

Sea cual sea la opción escogida, recordar el decálogo, pedir ayuda, hablar con vuestra amiga/o, familia, no lo paséis solos, y si no tenéis con quien hablar a partir de hoy sí, existe esta bonita plataforma llena de amor y profesionales que os ayudaremos a transitar este momento de la mejor manera posible.

Entonces si recordamos el amor que nos hizo escoger a esa persona para formar la familia que hoy tenemos y si recordamos que nosotros somos la parte más importante en el proceso, nos mantendremos conectados a nuestra esencia inicial, a nuestro amor y en lugar de sufrir lo que haremos será transitar nuestras emociones con normalidad, dando espacio a días de tristeza, a días de desorden emocional, a días de intranquilidad, a días de miedo, a días de inseguridad, a días de pánico, a días de lloros, pero todo eso que os acabo de exponer si lo nos lo permitimos conectados al amor hacia nosotros mismos es menos sufrimiento, menos dolor, menos miedo, menos intranquilidad, menos inseguridad, menos pánico… mismos llantos, añadir una sonrisa a este final por favor que el drama de este parágrafo traspasa la pantalla, ¿verdad?

Pensar que después del divorcio no se acaba el mundo, al contrario se abre un abanico infinito de bellas posibilidades de re descubrirte, re conectarte contigo mismo/a, y seguro que en un tiempo estarás re escribiendo el bonito decálogo que ha iniciado este articulo.

Una vez más vamos a respirar, profundo, inhala, exhala y sonríe.

Gracias por permitirte este viaje hermoso de vuelta a ti sin olvidarte  del amor, hacia ti, y hacia la persona con la que un día hace x años decidiste crear tu bonita familia.

Honremos nuestras relaciones y sigamos caminando bonito por nuestro camino

Vivamos des del AMOR en mayúsculas

Sandra Salvadó

Gracias por todo lo que soy

Gracias por todo lo que tengo

Gracias por todo lo bueno que ahora fluye hacia mi

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Sandra Salvadó

Taróloga, Coach y Creadora del concepto Divorciarse con Amor, El Arte de Amar(te).

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