Soltar-Fluir

Cuantas veces al día a la semana escucháis, leéis en redes, las palabras:

– SOLTAR

-FLUIR

Siento que son dos términos que se les da un uso excesivo además de una connotación exigente hacia uno mismo. ¿No te parece?

La persona que recibe el mandato de soltar y fluir ya bien sea por impulso externo o interno automáticamente siente el apremio de HACER y si no es capaz de lograrlo, se le añade lo de; que todo lo bueno que tiene la vida para ti, no llegará a no ser que «sueltes» y «fluyas» por lo tanto automáticamente te conviertes en el causante principal de tus penas, de tus males y todo aquello tan bueno, maravilloso que tiene la vida, el universo para ti NO llega, porque no fluyes y no sueltas, y no basta con ser el «causante» de tus propios males que entonces aparece en escena tu juez interior, este se activa sin piedad y empiezas a flagelarte por no ser capaz de vivir la vida de tus sueños.

Reflexionemos:

¿Cuánto hay de imposición cada vez que utilizamos esos dos términos?

Para mí, y desde mí, hay un apremio excesivo en integrar esas dos verbos en nuestro lenguaje

Para mí, y desde mí, diría que los usamos sin el entendimiento profundo de su significado más extenso.

Para mí, y desde mí, lo usamos como una moda, como un «esto es lo que hay que hacer» soltar y fluir….sin comprender de manera profunda el qué y el para qué

¿soltar qué? ¿Fluir con qué? ¿para qué fluir? ¿para qué soltar?

Si nos obsesionamos con soltar y fluir, desde la mente, sin ese entendimiento profundo y de corazón que nos lleve a averiguar qué nos ha llevado a vincularnos cómo lo hemos hecho, qué nos ha impulsado a seguir con esa persona a pesar de no estar 100% seguro/a de querer seguir en la relación, qué nos convierte en carceleros de nuestros propios sentimientos y pensamientos, sin una compresión amorosa de nuestro propio SER, sin observar y poner consciencia desde dónde nos movemos, sin ese autoconocimiento vasto, reflexivo, trascedente, no podremos nunca SOLTAR ni FLUIR, porque no hay nada que soltar ni hay que fluir hacia ningún lado.

Para mí, y desde mí la clave está en hacernos las preguntas pertinentes, ser observadores pacientes, amables y amorosos de nuestros pensamientos, emociones y desgranar con destreza y cuidado que tengo que soltar en mi, cambiar, modificar, revisar, aceptar en mí para NO tener que soltar a nadie ni fluir sin rumbo.

Solo con el conocimiento absoluto de quienes somos podremos amar nuestra existencia sin exigencia

Con AMOR

Sandra Salvadó

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Sandra Salvadó

Taróloga, Coach y Creadora del concepto Divorciarse con Amor, El Arte de Amar(te).

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